Las 8 brochas básicas para lograr un maquillaje completo
Conoce a la perfección el uso correcto de cada una de ellas, en qué momento utilizarlas y cuál debe ser su cuidado.
Al hablar del material con las que están elaboradas, Borja aclara que existen las de pelo sintético que son ideales para todo tipo de productos líquidos como las bases líquidas, rubores en crema, correctores y labiales; y las hechas con pelo natural que van bien para los productos en polvos como sombras, pigmentos, rubores y polvos sueltos. La experta explica cuáles son las ocho principales brochas que no deben faltar en tu kit de maquillaje:
- Para la base: la "lengua de gato" al ser plana es perfecta para aplicar la base de maquillaje ya sea líquida o en crema ya que deja un acabado uniforme y facilita la aplicación de la misma.
- Para el corrector: es similar a la brocha para base pero mucho más pequeña lo que ayuda a que el corrector se coloque en zonas determinadas utilizando solo la cantidad deseada del producto.
- Para el polvo: Al ser de tamaño grande, es perfecta para los polvos sueltos o compactos alrededor de todo el rostro después de la aplicación de base.
- Para el rubor: es redonda, suave y sus cerdas son largas para la correcta difuminación del producto. Deja un resultado ligero al dar suaves toques a las ‘manzanas’ de las mejillas.
- Para el contorno: es gruesa y de forma biselada perfecta para afinar el rostro al tener un corte diagonal que facilita la aplicación de los productos.
- Para las sombras: la primera debe ser redonda y tener cerdas planas y cortas para aplicar el producto de forma sencilla en el párpado móvil. Y la segunda debe tener sus cerdas más largas, suaves y sueltas para difuminar la combinación de varios colores en la cuenca del ojo y generar una transición.
- Para las cejas: es pequeña , plana y con forma biselada lo cual permite permite acentuar el todo, perfilar y corregir la forma de la cejas.
- Para el labial: La punta debe ser muy fina y esculpida con forma similar a una flecha. Hará una aplicación precisa del producto y rellenará los espacios.
Borja hace hincapié que la limpieza integral de las brochas es primordial para resguardar la salud de tu rostro y alargar el tiempo de vida de estos pinceles. Hazlo mínimo dos veces al mes al ubicar primero las puntas en un recipiente con alcohol por al menos cinco minutos y luego límpialas con shampoo o jabón neutro para el rostro mientras las frotas de forma circular en alguna superficie rugosa o un guante de silicona para eliminar la suciedad. Para su secado, colócalas de forma horizontal para que no se dañe su forma original, en un espacio ventilado.