El Hotel Heduli Paddy, diseñado por el estudio de arquitectura chino C&C DESIGN en Hedu Village, Huizhou, provincia de Cantón, en el sur de China, integra ecoturismo y ocio en un paraje inigualable.
El complejo, que comprende un área de 4.000 m2, reutiliza los antiguos edificios escolares en desuso del pueblo para ubicar las instalaciones del hotel, que albergan los servicios complementarios al hospedaje, combinándolos con nuevas construcciones que contienen las unidades habitacionales, integrando todo el conjunto en el paisaje, rodeado por un lago y por inmensos campos de arroz.
El edificio principal del proyecto reconstruye los edificios existentes de la escuela primaria, otorgando a la arquitectura rural originaria un aire de modernidad. Los masivos cerramientos de piedra, en los que se abren pequeños ventanucos diseminados de forma aleatoria o quedan totalmente ciegos, se combinan con otros livianos, transparentes, materializados con grandes superficies de vidrio que se extienden de suelo a techo, enmarcadas entre finas carpinterías o con potentes listones de madera que resaltan las fachadas principales de acceso al complejo.
Una sucesión de faldones inclinados configuran la cubierta de estas piezas longitudinales, quebradas, en las cuales se desarrolla gran parte del programa del hotel, el área de administración y servicios.
Las 30 habitaciones con que cuenta el hotel se encuentran en una nueva construcción, con una tipología de bloque lineal de dos alturas que dispone estancias de diferentes estilos, todas ellas con terrazas con vistas a las montañas circundantes y el gran estanque alrededor del cual se asientan los pabellones del complejo.
La materialidad protagonista ahora es el bambú, que configura la piel que envuelve el corredor de acceso en una de las fachadas y las terrazas de las habitaciones en la otra. Las terrazas disponen de un marco practicable, plegable en acordeón, que da ritmo a la fachada y permite disfrutar del aire libre u otorgar privacidad a los espacios exteriores privados y los dormitorios.
El mismo material se utiliza para crear pequeñas pérgolas que se disponen en la cubierta plana del edificio, creando otros espacios desde donde disfrutar de las vistas y del aire libre.
Además de los dormitorios, el complejo cuenta con 3 villas unifamiliares dispuestas entre el lago y los campos de arroz, cerrando otro de los lados del complejo.
Están compuestas por cerramientos de hormigón visto y cubiertas a dos aguas con una ligera inclinación. Disponen nuevamente de terrazas, que se abren en este caso hacia los campos de arroz.
Los distintos volúmenes quedan conectados con pasarelas de madera que se elevan del terreno y sobre el agua, permitiendo a los huéspedes disfrutar de atractivos paseos, fomentando actividades como el senderismo, la pesca o la visita a los asentamientos agrícolas cercanos.