El queso, viejo y con historia
-Alimento favorito, por ser protagonista de un sin fin de convivencias.
Degustar, cada día, de uno de los mayores placeres de la vida, nos hace en ocasiones olvidar el origen del mismo. Por esto, y con la intención específica de Sabor y Carácter, de seguir fomentando la cultura quesera; compartimos con ustedes, un poco de historia, en este aniversario del queso.
Una palabra, que en realidad es el nombre de una delicia, tiene su origen igual de confuso, que su verdadera antigüedad. La palabra queso, proviene del latín, caseus. Luego, entre los legionarios se hizo famoso el término formaticum; que significa moldeado, y la frase caseus formatus, que llegó a significar queso moldeado. Así tenemos que el queso, en francés es fromage, en italiano formaggio y en catalán formatge.
El queso es un alimento, que se ha consumido en Europa desde hace miles de años. Producto, conocido en toda la Tierra, pero que posee de escasos detalles, sobre su verdadero origen. Se estima que su descubrimiento, fue entre el año 8000 a. C. y el 3000 a. C.
Esta antigüedad ha sido posible gracias a la modestia de los quesos, ya que en su proceso tradicional, no requiere de tecnologías sofisticadas ni de instalaciones complejas. En las tribus nómadas, que viajaban entre Asia y Europa, ya había producción de quesos, y sólo se requería de un pequeño rebaño de rumiantes, para garantizar la producción de leche y de queso.
Hoy en día, podemos degustarlo de distintas formas, y en compañía de diversos alimentos, sin embargo, en las épocas antes mencionadas, era la fuente principal de alimento. Se le considera un buen alimento para los viajes, gracias a su facilidad de transporte, buena conservación y alto contenido en grasa, proteína, calcio y fósforo.
Con el paso del tiempo, y el asentamiento de la civilización, se fueron modificando los espacios dedicados a su producción. Durante, el Imperio Romano, en la mayoría de los hogares, había un espacio aparte de la cocina, dónde cada familia fabricaba su queso, se le llamaba: careale.
Gracias a los caraele, y su consumo cotidiano del queso, se conoce el año de creación de algunos de estos. En el monasterio de Santo Domingo de Solis, se encontraron escritos titulados, La Noticia de Kesos. Ahí se hayo que el queso parmesano es de 1597, el gouda de 1697 y el camembert de 1791. Pero no es hasta 1815, en Suiza, que se inaugura la primera fábrica, para la producción industrial del queso.
Actualmente la producción de queso supera a la suma del café, tabaco, té y cacao en todo el mundo. Las cifras de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, estima que la producción anual, supera los 18 millones de toneladas de queso en el mundo.
Cantidad, que no menospreciamos en lo mínimo, ya que su consumo es exquisito, y cada vez mayor. Una fuente natural de vitaminas y minerales. Un producto histórico, y dócil en la cocina. Un alimento, protagonista de un sin fin de historias, y convivencias.
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