¿Existe una relación entre los sofocos, causados por la menopausia, y los problemas cardíacos?
Ciudad de México, a 19 de julio de 2018.- Según la Dra. Rekha Mankad, de la Clínica para el Corazón Femenino de Mayo Clinic, no se ha encontrado ninguna relación directa entre los sofocos o bochornos, y las enfermedades del corazón. Sin embargo, los estudios plantean que las mujeres que sufren de sofocos podrían correr más riesgo para problemas cardíacos en el futuro, que quienes no los tienen. Valdría la pena hablar con su proveedor de atención médica acerca de los sofocos y evaluar su riesgo general para enfermedades del corazón.
Los sofocos, o sea, esa sensación repentina de calor que suele presentarse en la cara, el cuello y el pecho, son un síntoma común de la menopausia. Se desconoce la causa exacta para la presencia de sofocos durante el período de transición hacia la menopausia, pero podría estar relacionado con los cambios en las hormonas reproductivas y cómo responde el cuerpo a las variaciones leves de la temperatura.
Un estudio reciente en mujeres de 40 a 60 años analizó la conexión entre los sofocos y la salud vascular, especialmente la salud de los vasos sanguíneos. Descubrió que en las mujeres que sufren de sofocos, sobre todo en las más jóvenes, que los presentan al comienzo de la transición hacia la menopausia, hay menos probabilidad de que las arterias se relajen adecuadamente ante el ejercicio o el estrés. Es decir, las arterias de estas mujeres son más rígidas de lo normal. Concretamente, los investigadores se enfocaron en la dilatación mediada por el flujo, o sea, en cómo se ensancha la arteria cuando aumenta el flujo sanguíneo dentro de ella. En las mujeres con sofocos, la dilatación mediada por el flujo sanguíneo tendía a no funcionar bien. En esas mujeres, esto podría representar un riesgo futuro de problemas cardiovasculares, incluso de una enfermedad del corazón.
¿Qué significan estos resultados?
Es importante tener en mente que estos resultados, no necesariamente vinculan las enfermedades del corazón con los sofocos. Sufrir de sofocos no significa que una mujer va a sufrir un ataque cardíaco, sino que indica que algunas arterias tal vez no funcionen tan bien como deberían. Saberlo puede ayudar al proveedor de atención médica y a la mujer misma a evaluar mejor su riesgo general para una enfermedad del corazón y otros problemas cardiovasculares.
Factores de riesgo para enfermedades del corazón
Vale la pena recordar que tener sofocos, o no tenerlos, no es algo que usted puede controlar. Sin embargo, eso no aplica con otros factores de riesgo para enfermedades del corazón y que son modificables, como el hábito de fumar y la obesidad. Los estudios han demostrado que fumar es uno de los factores de riesgo más peligrosos para enfermedades del corazón. La mujer que fuma tiene el doble de probabilidad de sufrir un ataque cardíaco que quien no lo hace. Dejar de fumar es una de las mejores maneras de reducir el riesgo para enfermedades del corazón.
La obesidad femenina también conlleva más riesgo para enfermedades del corazón. El exceso de peso es especialmente peligroso porque suele desencadenar otras enfermedades, como diabetes, presión arterial alta y colesterol elevado. Todos estos trastornos, en sí mismos, pueden hacer a una persona más susceptible a las enfermedades del corazón. Un estudio grande reveló que las mujeres obesas sufren ataques cardíacos, en promedio, 11 años antes que otras mujeres similares que no son obesas.
Las enfermedades del corazón son la causa principal de muerte femenina en Estados Unidos, tanto para mujeres como para hombres. No obstante, más del 80 por ciento de las enfermedades del corazón son prevenibles cuando se adopta un estilo de vida sano. Dicho estilo de vida incluye lo siguiente: comer una alimentación rica en frutas y verduras, pero con bajo contenido de grasas saturadas; hacer actividad física de forma regular; mantener un peso corporal sano, y no fumar.
Haga una cita para hablar con su médico acerca de su riesgo para enfermedades del corazón. Juntos podrán evaluar la situación, ver si es necesario hacer ajustes en su estilo de vida y elaborar un plan para mantener sano al corazón.